La «U. S. de Sans» vence al «España», 3 a 1
Data: 26/06/1922
Font: hemeroteca.mundodeportivo.com
Autor: LOGLITH
Text:
La «U. S. de Sans» vence al «España», 3 a 1
Un gran gentío, que no bajaría de 5,000 personas, llenó por completo el campo del «España» donde se celebró este encuentro el pasado sábado.
El interés que despierta actualmente el equipo unionistas, en cuyas filas brilla Sancho como astro rey, y la falta de otros partidos de mayor cuantía en campos cercanos, determinó, sin duda, esta gran afluencia de público que llegó a sorprendernos y que demuestra como el futbol se ha convertido en el espectáculo favorito de los barceloneses.
A las órdenes del árbitro señor Lemmel, del Colegio, alineáronse los equipos en la siguiente forma: Por la «U. S. de Sans»: Pedret, Borrás, Moltó-Abadal, Sancho, Barrachina Costa, Fando, Rini, Vdial y Oliveras. Por el «España»: Bota-Torres, Perelló-Cortés, Blanco, Zaragoza-Treserras, Rallo, Dalmau, Orriols y Raich.
El partido fué movido en extremo, aunque el juego no fué de alta calidad.
Ambos bandos jugaron con ahínco. La primera parte fué nivelada. El primer «goal» se lo apuntó la «Unión» de un colocadísimo shoots de Vidal que Bota (que se está haciendo todo un señor portero) no pudo parar a pesar de su clasico «plongeon». Sancho, siendo (cómo no!) el alma de su equipo, sostuvo el partido por su bando, sirviendo constantemente balones a sus delanteros que escasas veces los aprovechaban como era debido.
El primer tiempo terminó con un «goal» a favor del Sans. Reanudado el partido, el «España» logra el empate de un magnífico «shoot» oblicuo de Raich. Tras de un largo. rato de juego durísimo la «Unió» logró el segundo goals, después de un «corner», en que al destacarse la pelota Sancho largó un fuerte «shoot» que un defensa del «España» desvió con la cabeza cuando a Bota, perfectamente colocado, le hubiera sido seguramente posible el pararlo. No decayó por eso el partido; antes al contrario, fué después de este tanto cuando se hizo más interesante; los del «España» jugaron con más ardor buscando el empate, pero los defensas de la «U. S. Sans», entre los cuales descolló Moltó, se cuidaron de despejar todas las situaciones difíciles. Al remate de un «freekick», de un «shoot» colocadísimo, marca Vidal el tercer y último «goal» para su equipo terminando con este resultado el partido.
La «Unió», a pesar de haber ganado, nos decepcionó un poco. No tiene delanteros (cuando menos no los tuvo en este partido) y la gran labor de Sancho resulta muchas veces estéril. El mejor de sus delanteros fué Oliveras. En la defensa estuvo muy bien Moltó. Pedret cumplió con acierto en la puerta.
El «España» jugó con mucha voluntad, pero también le faltó penetración en el ataque. Blanco, a pesar de jugar bien, no lo hizo como en otras ocasiones, debido, sin duda, a resentirse de la lesión sufrida en un partido anterior. Ello influyó no poco en el conjunto. Bota, cada día mejor, aunque abusando, acaso, de las «postinerfas». En la defensa, Torras, con su jugar alocado, ocasionó unas veces y salvó, otras, situaciones de gran peligro.
Manolo Lemmel arbitró a la buena de Dios, sin tomarlo muy a pecho. Lo que peor nos pareció fué su indulgencia al dejar permanecer en el campo a los jugadores que, por dos veces, se liaron a puñetazos. Ni en partidos de entrenamiento debe permitir eso ningún árbitro.
LOGLITH
Font: hemeroteca.mundodeportivo.com
Autor: LOGLITH
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La «U. S. de Sans» vence al «España», 3 a 1
Un gran gentío, que no bajaría de 5,000 personas, llenó por completo el campo del «España» donde se celebró este encuentro el pasado sábado.
El interés que despierta actualmente el equipo unionistas, en cuyas filas brilla Sancho como astro rey, y la falta de otros partidos de mayor cuantía en campos cercanos, determinó, sin duda, esta gran afluencia de público que llegó a sorprendernos y que demuestra como el futbol se ha convertido en el espectáculo favorito de los barceloneses.
A las órdenes del árbitro señor Lemmel, del Colegio, alineáronse los equipos en la siguiente forma: Por la «U. S. de Sans»: Pedret, Borrás, Moltó-Abadal, Sancho, Barrachina Costa, Fando, Rini, Vdial y Oliveras. Por el «España»: Bota-Torres, Perelló-Cortés, Blanco, Zaragoza-Treserras, Rallo, Dalmau, Orriols y Raich.
El partido fué movido en extremo, aunque el juego no fué de alta calidad.
Ambos bandos jugaron con ahínco. La primera parte fué nivelada. El primer «goal» se lo apuntó la «Unión» de un colocadísimo shoots de Vidal que Bota (que se está haciendo todo un señor portero) no pudo parar a pesar de su clasico «plongeon». Sancho, siendo (cómo no!) el alma de su equipo, sostuvo el partido por su bando, sirviendo constantemente balones a sus delanteros que escasas veces los aprovechaban como era debido.
El primer tiempo terminó con un «goal» a favor del Sans. Reanudado el partido, el «España» logra el empate de un magnífico «shoot» oblicuo de Raich. Tras de un largo. rato de juego durísimo la «Unió» logró el segundo goals, después de un «corner», en que al destacarse la pelota Sancho largó un fuerte «shoot» que un defensa del «España» desvió con la cabeza cuando a Bota, perfectamente colocado, le hubiera sido seguramente posible el pararlo. No decayó por eso el partido; antes al contrario, fué después de este tanto cuando se hizo más interesante; los del «España» jugaron con más ardor buscando el empate, pero los defensas de la «U. S. Sans», entre los cuales descolló Moltó, se cuidaron de despejar todas las situaciones difíciles. Al remate de un «freekick», de un «shoot» colocadísimo, marca Vidal el tercer y último «goal» para su equipo terminando con este resultado el partido.
La «Unió», a pesar de haber ganado, nos decepcionó un poco. No tiene delanteros (cuando menos no los tuvo en este partido) y la gran labor de Sancho resulta muchas veces estéril. El mejor de sus delanteros fué Oliveras. En la defensa estuvo muy bien Moltó. Pedret cumplió con acierto en la puerta.
El «España» jugó con mucha voluntad, pero también le faltó penetración en el ataque. Blanco, a pesar de jugar bien, no lo hizo como en otras ocasiones, debido, sin duda, a resentirse de la lesión sufrida en un partido anterior. Ello influyó no poco en el conjunto. Bota, cada día mejor, aunque abusando, acaso, de las «postinerfas». En la defensa, Torras, con su jugar alocado, ocasionó unas veces y salvó, otras, situaciones de gran peligro.
Manolo Lemmel arbitró a la buena de Dios, sin tomarlo muy a pecho. Lo que peor nos pareció fué su indulgencia al dejar permanecer en el campo a los jugadores que, por dos veces, se liaron a puñetazos. Ni en partidos de entrenamiento debe permitir eso ningún árbitro.
LOGLITH