UNA ESPERANZA QUE SE ESPUMA

Data: 29/12/1934

Font: hemeroteca.mundodeportivo.com

Autor: Francis 

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FUTBOL

UNA ESPERANZA QUE SE ESPUMA

Pausas se retira definitivamente del futbol
...al reproducírsele, por tercera vez, la lesión que sufrió jugando contra el Barcelona

Por las justas pudo el Español conseguir la ficha de Pausas, el joven medio ala que había logrado destacarse con rasgos firmes en el team verdiblanco de la Unión Sportiva de Sans; el Barcelona también había puesto la mirada sagaz en el nuevo valor y llegó tarde a la Colonia. Güell.
Y una vez en el "crisol" de la carretera de Sarriá, el juego, oro puro, de Pausas, transformó en realidad palpable lo que era tan solo una bella promesa en la vieja cancha de la calle de Galileo.
Tuvo Pausas tardes de grandes aciertos, de triunfo personalísimo, pero el muchacho, terco y perseverante, quería más, ansiaba el entorchado de internacional, el triunfo absoluto, sin reparar en sacrificio alguno....
Y así las cosas, llegó la temporada 1932-1933, la decisiva para Pausas, la que había de darle o quitarle todas sus legitimas aspiraciones. Y un partido final del campeonato de Cataluña, entre el Barcelona y el Español, en Las Corts; los blanquiazules, empatando, tenían el título regional asegurado. Y empataron, en una tarde gris, de niebla, como en las orillas brumosas del Támesis.
El Español quedó campeón, ganó un titulo, pero perdió un futuro internacional, porque Pausas, al disputar un balón alto con Piera, el internacional que veía ya llegar su ocaso, cayó en mala postura, quedaron rotos los órganos más importantes de su rodilla y la lesión que no perdona quedó dueña y señora implacable de la pierna del jugador.
Después, la cura lenta, cuidadosa, perseverante, con la ciega esperanza que imbuye y alienta una ciega afición...
Tres reapariciones y tres desconsoladores fracasos, pues la lesión se reproducía invariablemente.
Al final, la conclusión fatal de que aquello no tenia remedio, porque "no perdonaba" ni perdonaría la lesión, en lo sucesivo, al jugador.
Y así fué, tontamente, en una tarde de gloria para los colores de su club, como cayó Pausas, la bella promesa españolista
Un buen chico, en toda la extensión de la palabra, es Pausas y por ello no le cegó el profesionalismo de nuestros días, más oropel que otra cosa. No pudo, dada la brevedad de su carrera profesional en el futbol, hacerse con un capitalito que le asegurará un relativo bienestar en el porvenir, pero tampoco perdió el tiempo. Dejóse guiar por Damián Caftellas, el secretario técnico de su club, que es un gran profesor cuando encuentra alumnos dóciles y Pausas, en poco tiempo, de inglés, contabilidad y caligrafía le daba ciento y raya al "Unamuno" del chalet.
Del profesionalismo no se lleva Pausas ni una peseta, pero sí una riqueza de la cual nunca le podrán despojar: el saber.
Y así, no acabará dando con sus huesos en un puerto para practicar el suave deporte de la carga y descarga, sonrosado porvenir que les espera a más de cuatro profesionales imprevisores.
No queríamos hablar con Pausas sobre su definitiva retirada, porque, forzosamente, la conversación tenía que ser tristona y sin alicientes.
Pero ayer, la "fatalidad" nos puso frente a "Pausas" y el tema 'pavoroso" salió a relucir:
-Lo inevitable, ¿verdad?
-Para mí, muy triste, pero forzoso; el día de año nuevo, que para mi será de verdadera vida nueva, me hacen la despedida en el campo del Español.
-¿Cuánto tiempo has jugado!
-Dos años en la Colonia Güell, cuatro temporadas en el Sans y el resto en el Español; desde los catorce años, unos siete, en total.
-¿Te apena el retirarte?
-Ahora, ya no; pero nunca te podrás imaginar las lágrimas que a mi y a los mios nos ha costado el ver truncado mi porvenir, cada vez que salia al campo seguro de mi curación para regresar a los vestuarios con la pierna rota, invariablemente.
-¿Y ahora?
-A trabajar; un señor directivo del Español me ha proporcionado una buena colocación y don Damián Cafellas, mientras jugué en el Español, me tuvo a sus órdenes en su despacho y me inculco conocimientos que en lo sucesivo me valdrán para luchar y salir adelante en la vida. En este aspecto no me puedo quejar...
-¿Y en el económico?
-No tuve tiempo de lograr nada; el 1 de enero me despiden con homenaje y beneficio; y espero que los aficionados catalanes se porten bien conmigo, como yo siempre me porté con ellos. Todos los clubs, especialmente Barcelona y Sabadell, han ofrecido jugadores para la Selección que ha de jugar contra el Español. Y de todos ellos, forzosamente, tengo que llevarme un buen recuerdo, quedándoles agradecido de por vida.
-¿Te casas?
Aquí terminó el intento de interviu. Pausas agrió el gesto, balbuceo una rápida despedida y fuese.
No nos cogió de susto el gesto de Pausas, porque conocemos su secreto, el que le hace olvidar los sinsabores de la retirada, cierta "Miss Santboi" que fué proclamada reina de las bellezas ribereñas por tres "expertos" de EL MUNDO DEPORTIVO: Pepito Torrens, Bonifacio Bofarull y Juanito Solanas. Tiene que ser guapa a la fuerza...
Envío: Amigo Pausas; nos pedías hace cierto tiempo una foto tuya con atavio de jugador, y te la negamos, por no dejar incompleto el archivo. Ahora, con todo nuestro sentimiento, vamos a complacerte. Tendrás la foto.
Que en los caminos de la vida tengas más suerte que en los campos de futbol. Y el día de año nuevo iremos a Sarrià, con tu honor, cotizando en taquilla como los "puros". No se nos puede pedir más, a nosotros, fieles devotos del pase de libre circulación. Pero tú, bien mereces el extemporáneo sacrificio - Francis