Vicenç Bellido: "El club pasó una guerra y dos dictaduras"

Data: 30/05/2012

Font: elperiodico.com

Autor: Óscar Hernández 

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Entrevista con el presidente de la Unió Esportiva de Sants

Vicenç Bellido: "El club pasó una guerra y dos dictaduras"

Deporte que hace barrio. Vicenç Bellido parece orgulloso de presidir la Unió Esportiva de Sants, un club que cumple 90 años y ha sobrevivido a cualquier crisis. Ahora ya tiene 500 socios. Y algunos de sus jóvenes futbolistas han llegado hasta la Primera División.

ÓSCAR HERNÁNDEZ
BARCELONA
30 MAY 2012 0:00

Al frente de la Unió Esportiva de Sants, una de las entidades de más solera de este barrio, Vicenç Bellido Gómez (Barcelona, 1949) apuesta por el deporte como cohesionador social. Y el club que preside desde hace seis años lleva 90 demostrándolo. Pese a no tener instalaciones propias (Porcioles se cargó el campo de fútbol que tenían en la entonces inexistente avenida de Madrid), la UE Sants ofrece fútbol, fútbol sala, atletismo y ciclismo a medio millar de socios. Y todos ellos se muestran orgullosos de la capacidad de supervivencia de su entidad, que desde 1922 ha sobrevivido a una guerra y a dos dictaduras.

—Una entidad con 500 socios, que ofrece cuatro deportes, que cumple 90 años y que no tiene campo.

—Dejamos de tener instalaciones en 1964 cuando el alcalde Porcioles cerró el campo de fútbol que teníamos en la calle de Galileu para construir la avenida de Madrid. Desde entonces usamos campos cedidos por el ayuntamiento y la Generalitat, como los de Magòria o el da la Gran Via, al lado de La Campana, que ya está cerrado. Ahora entrenamos en el barrio de La Marina, en los campos de La Bàscula y Energia, donde hacemos fútbol. En el pabellón de La Farga jugamos a fútbol sala y el atletismo lo hacemos en la calle, donde corren nuestros socios.

—Pero eso de tener campos prestados y lejos de la sede social debe ser un problema.

—Es un hándicap pequeño, que resolvemos. Tenemos presencia en los campos que utilizamos a través de nuestros entrenadores y delegados. Al igual que los socios están más allí que en nuestra sede social (Riego, 2), donde solo realizamos reuniones puntuales. El punto de encuentro es el lugar donde entrenamos.

—Con tanto deporte, ¿cuál es la estrella?

—El fútbol. Tenemos un primer equipo en la primera división catalana, y equipos de fútbol sala y fútbol sala femenino. Movilizamos unos 500 jugadores. Estamos muy orgullosos porque el deporte genera valores. Nosotros intervenimos en la educación de los chicos a través de su tiempo libre. Y les transmitimos compañerismo y sacrificio para que los adquieran. Eso es algo que les ayuda a madurar. Muchos que empiezan con 4 y 5 años se van a los 18 con una huella en su personalidad que les ayuda a ser mejores ciudadanos.

—¿Y han salido cracks?

—Algunos jugadores que han pasado por aquí han llegado a primera división como como Raúl Rodríguez, del Espanyol, o Belenguer, del Rayo Vallecano. Pero eso es excepcional. Porque cuando uno de los chicos es deseado por otro club de más categoría o capacidad, le dejamos marchar con la única condición de que acabe la temporada. Nosotros somos un club de barrio, que trabajamos en el barrio. A veces nos enteramos que algún jugador nuestro ha progresado en otros clubs porque la federación nos abona derechos de formación.

—¿La mejor jugada de la UE Sants en sus 90 años de historia?

—Nuestro club es muy lineal. Somos modestos, de barrio. Nuestro principal logro es la supervivencia a pesar de las grandes dificultades que ha habido en 90 años. Hemos pasado dos dictaduras y una guerra. Y hemos sabido sobrevivir, a pesar de no tener ahora campo propio. Nos enorgullecemos de esta capacidad de hacer frente a las dificultades. Pese a que ahora hay más entidades, seguimos aumentando y manteniendo el número de socios.

—¿Cómo se financian?

—Fundamentalmente, con las cuotas de los socios. El fútbol se autofinancia. Recibimos aportaciones pequeñas de la Generalitat, del ayuntamiento y de algún patrocinador. No tenemos grandes gastos.

—El efecto Messi ayuda.

—Nos llega su inercia, que poco tiene que ver con el fútbol modesto como el nuestro. Pero cuando el club más importante de la ciudad logra resultados tan extraordinarios, todos quieren participar de esta fiesta y desean jugar. En cinco años hemos tenido una lenta pero progresiva incorporación de jugadores.

—Un deseo.

—Que clubs modestos como el nuestro no tengan que pagar tanto por utilizar un campo. Las tarifas no pueden ser iguales para todos. Tenemos tres campos de césped en el distrito. Y sus tarifas son difíciles de asumir para entidades modestas.